Thinking out loud de Ed Sheeran, uno de tus cantantes favoritos. Su música te amansa, te deja en paz, relajada, te aleja totalmente de los problemas que tienes, que son muchos. En el coche comienzan los silencios, porque tú solo le escuchas a él. Está cantándote a ti. Su música es una medicina.
Quiero llegar a un momento, a uno de muchos momentos que me trae a la mente esta canción. Nuestro salón. A nuestros pies, la hermosa calle Gran Vía de Madrid. La gente paseando viendo el alumbrado navideño tan espectacular que adorna la ciudad estos días de fiestas.
Tú metida en esa nube que provoca esta canción, y yo aprovechando el momento de cogerte entre mis brazos y quitarte todo el peso que pueda de esa mochila que llevas contigo a todas partes. Te acuno. Eres muy bajita comparada conmigo, y muy pequeña. Podría estar acurrucándote horas, días... toda una vida. Eres el latido de mi corazón, ese que pega con fuerza cada vez que me tocas, esas caricias al ritmo lento de tu canción. Me acaricias, y sabe a gloria. Y solo puedo pensar en el hombre tan afortunado que soy. Lo que tengo entre mis brazos, se llama hogar. Y nace ese sentimiento de pertenencia a esa persona. "Soy tuyo" te susurro mientras noto que el cabello se te pone de punta. Solo un susurro te altera y te provoca. Mi pequeña leona. Déjame acariciarte tu melena, déjame sentir todo el amor que mi corazón fabrica, porque siento que en algún momento explotará.
Bailemos, movámonos, acariciémonos. La vida es perfecta en este momento. Un baile rodeado de velas, junto a la persona que más amo en el mundo, junto a esa ventana que da nombre a este blog. En Madrid, ciudad que he hecho mi casa, desde el primer beso que me diste. Ese beso, con el que supe... que ya nada me alejaría de ti.
Peter Pan
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