Sin darse cuenta, todo sigue una línea recta. Era casi una niña cuando estaba ilusionada. Los años han pasado y ahora esconde tristeza que nadie sabe en sonrisas de fotos. Para que nadie pregunte. Para responder un "todo muy bien" que ni ella misma se cree.
Es difícil escapar de algo que todo el mundo da por definitivo y perfecto.
Fue calando con los días el miedo a la soledad. A estar sola. A no encontrar alguien que la quiera de nuevo. Tiene miedo a cómo se lo tomaría su familia. A equivocarse.Y, casi sin esperarlo ya, apareció alguien. Alguien que la hace olvidar por un rato. O incluso que sonría en cualquier esquina. Que el mundo se pregunte qué le pasa. Que sabe que si sus bocas se juntan, no van a querer despegarse jamás.
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