martes, 31 de marzo de 2020

Menos de cien palabras

Muchas veces me he preguntado la razón por la cual ya no estás aquí.

Muchas horas sin dormir, repletas de dudas.

Pero hoy me he dado cuenta de que seguramente fue mi culpa. Solo mía.

Por intentar hacer sonreír a alguien que no quiere, por dar todo por alguien que da la mitad. Por hacer esfuerzos y encontrar reparos. Por dar besos con ganas y encontrarlos sin ellas.

Y sí, es lo que pasa cuando sabes que algo va a salir mal y te lanzas a la piscina con ganas. Con lo mal que sé nadar yo. Así me ahogué, claro.

Pero no te preocupes, aparecerá alguien y seguiré dando todo por nada. Nací así y, aunque duela, seguiré.

Y aquí, en menos de cien palabras, te lo explico.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.