Tú por mi y yo por ti, como dice Rosalía.
Que sé que también lloras, que sé que también sufres y que tienes lo tuyo. Que sé... que a veces te cuesta levantarte y prefieres pasar el día en el sofá mirando la tele pero que en verdad no ves nada. Solo piensas. Que la cuarentena no la estamos llevando tan bien como pintamos. Que echas de menos a los tuyos, que quieres abrazar y besar, que necesitas tus horas de boxeo, de gimnasio, donde entre nosotros creamos un mundo mejor, un mundo solo nuestro, donde no hay explicaciones a nadie, donde nadie nos mira y cuestiona nuestra relación, un mundo en el que no hay opiniones, ni consejos.
Que también necesitas que tiren de ti y te levanten, que si no lo haces tú, yo tiraré de ti aunque peses mucho Bollito, porque estaré siempre contigo, a tu lado, cuando me avises y cuando no. Que una foto tuya tirado en el sillón es un aviso. El aviso de que tenemos que ir a por el pan a Mercadona. El aviso de un "te necesito" o "sácame de aquí". Y yo respondo a eso tan rápido como esté en mi mano.
Te quiero y haría cualquier cosa por ti, y quedarse en el sillón no es una opción, ¡que nos ponemos bollos! ¡Arriba, cariño! ¡Arriba! ¡Vamos! ¡Vamos a Zumba! ¡Un poco de boxeo! ¡Enciende la cam y mira qué pintas tengo! ¡Venga, Bollo! Que a nosotros no hay quien nos derrote, ¡y el coronavirus menos! Que tenemos mucha vida que disfrutar, no te puedes apagar. ¡Vamos, equipo!
Bollo... Escucha, que te quiero... Pero, espera, atento... que te quiero con locura. Calla, que aún no he terminado, pesado. Y que no me voy a ir nunca, ¿sabes por qué? Que sí, que te calles, que ya termino... Que te quiero y te querré siete vidas más.
Patri Izquierdo Díaz
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