Robas. Eres de guante blanco.
Llegaste con tu disfraz de terrón de azúcar.
Vimos mil pelis en tu cama.
Y joder, desde entonces... me pongo a rozas otras manos y ya no siento.
Te veo en todos los bares y nunca eres tú quien pide la copa.
Huelo tu perfume en el tren, gente equivocada al pasar.
El gusto de otros besos con sabor a nada.
Aún te escucho decir tu último "hasta luego", que nunca existió.
Me robaste todos los sentidos y ahora qué.
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