domingo, 22 de marzo de 2020

Historia de tres

Tú no querías entrar en su juego, pero cómo te miraba... Y aunque sabías que era una cosa de tres, siempre te colaba que era la última vez, que no pasaría un día más sin que la dejara. Y no te lo creías, pero tenías falsas esperanzas y seguías besando esos labios compartidos.

- Te quiero a ti, pero no es fácil- repetía mientras te metía mano en los lavabos.

Y otra vez te marchabas a esperar en silencio con muchas lágrimas cada noche.  Y no hace falta que te cuente el final.


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