Sale de clase. La carpeta llena de apuntes. Sube al autobús. Va llenísimo y afuera llueve. Allí esta su novio, un día más, esperándolas. Yo no le sale sonreír, le besa por no hablar y toman una cerveza que ya no sabe a nada.
Se despiden en su portal y mañana será un día más. Y al meterse en la cama no deja de dar vueltas y de pensar en aquel chico que siempre está fuera de clase cuando sale, que una vez le trajo una Pantera Rosa y se fue corriendo. Su merienda preferida. Ese que le deja notitas pegadas en su portal: "Sonríe un poco más o me voy a enfadar". Lo consigue, sonríe. Le hace tener una nueva ilusión en su mirada.
¿Tocará arriesgar... o conformarse?
Y quizá solo sea una historia más, de las millones que pasan a nuestro lado cada día.
¿Te suena?
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