Llámame si tienes ganas de reír o llorar.
Llámame. Da igual si es de noche o ya entrada la madrugada.
Llámame si estás bien o solo callas.
Llámame. Dejaré todo lo que haga.
Llámame. Estaré en tu portal esperándote.
Llámame si suena tu canción preferida de Pereza o se te cae la vida o el vaso.
Llámame y bailemos.
Llámame. El abrazo lo pongo yo.
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