martes, 28 de abril de 2020

El corazón a dieta

"Ten cuidado", "echa el freno", "controla tus emociones", "no des tanto a la primera", "resérvate", "ya tienes experiencia suficiente"... Consejos y más consejos, y como siempre, hago lo que quiero. Pero reconozco que todas ellas tienen razón.

Sí, frenazo en seco, cara de seta, o de pocker... ¿Ladrido? No, quizás estoy madurando y ya no ladro, o quizás no era el día para ladrar. Todos tenemos fantasmas y problemas, hay días que no tienes fuerza ni para ladrar al que se pasa de la raya por el solo hecho de marcar tu territorio. Por ponerte el escudo más firme porque a lo mejor, te habías relajado. ¡Y me había relajado! Menos mal que tengo a mis chicas, a mi Dani, a mi Bollo, para darme un tirón de orejas... "Vuelves a ser demasiado para alguien".

Estoy harta de ser "demasiado" para alguien. Estoy cansada de intentar ayudar, de escuchar y te frenen en seco por malos entendidos. No comprendo con qué gente se han topado en la vida. La claridad, la sencillez, la simpleza... Es lo que yo uso para entablar una charla con alguien. Pero hay gente que busca más allá, cuando no hay más.

Ahora mismo, se lo estoy contando a Dani mientras suena de fondo la película de La Momia, que me encanta.

- ¿Soy idiota, Dani?

- No, quieres ser feliz.

Pues me siento una idiota Dani, así te lo digo. "Controlar las emociones" como dice Belén. Ojalá supiera, creo que me iría mucho mejor en todo. Necesito urgentemente un pensadero... ¿Por qué aún no lo han inventado? Creo que volveré a dedicarme a todos los de Instagram que me echan flores y más flores, y perderé el tiempo hablando con unos y con otros, hasta que me entre sueño y consiga conciliarlo. Buscando entre todos ellos al mismo. Al motero de ojos azules. 

Según Dani, soy una romántica. Desde que me conoce siempre he querido a un cómplice con el que hacer locuras y escribir una historia. Creo que en eso fuimos unos hachas, ¿verdad, Peter Pan? O, simplemente sentir emociones fuertes, tan fuertes que te hacen pasar del infierno al cielo y viceversa en un parpadeo, ¿verdad, Bollo? O simplemente disfrutar de muchos viajes viendo catedrales, ¿no, Repollo?

Todos ellos marcan mi vida a día de hoy. Todos ellos me han hecho ser cómo soy, pero siempre hay algo de mi que me invita dar oportunidades al que parece merecerlas, bueno no, seré justa. Hay algo dentro de mí que me brinda oportunidades a mí misma. Oportunidades que nunca salen bien. Escuchando a mi cabeza, dicta que el corazón está a dieta, cerrado, en cuarentena y confinado, hasta nueva orden, hasta que alguien lo merezca.

Patri Izquierdo Díaz




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