domingo, 26 de abril de 2020

Querido hijo

¿Sabes, querido hijo? Cuéntamelo, aunque a ti no te suceda. Veremos qué podemos hacer entre todos. Díselo al profesor, al primero que pase.

No te imaginas lo que le duele a tu compañero cada humillación, cada risa, cada golpe.
No te imaginas lo que sufre cada vez que su merienda acaba por el suelo o su cuerpo enganchado al perchero.

Evita hablar, relacionarse, contar cosas, simplemente porque tiene miedo. No quiere irse pronto a dormir, porque eso le acerca a la próxima mañana. Vuelta a clase, que es un infierno.

Acércate a él, también quiere un amigo. Necesita alguien que esté cerca para sonreír, para jugar al balón, sin nada que lo bloquee. Querido hijo, él es igual que tú. Tiene una infancia, unos sueños y juegos por compartir. No le hagas esto.


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