lunes, 27 de abril de 2020

Ya no

En aquella época, por casualidades de la vida, coincidimos. Desde el primer instante que charlamos ambos supimos que nos encantaría pasarnos así la vida. A mil por hora.

Hubo conexión. Pero tú, tras demasiados años encerrada en un mundo que te dañaba, hacía muy poco que habías encontrado un pequeño oasis.

Habías tenido tan poco que te conformabas con casi nada. Yo eso lo notaba en tu mirada, y también te dabas cuenta. Cada vez que quería dar un pequeño paso, te cerrabas en banda, no querías defraudar a
nadie, y ese fue tu error.

No te fallé nunca, estuve cuando me echabas de menos y buscabas una excusa para hablarme o cruzarte conmigo. Incluso estuve en tus pensamientos y en los míos todo este tiempo.

Y creo que, esta vez, has llegado a ese sitio del silencio. Reconociendo que si pudieras dar marcha atrás, tirarías hacia mí sin dudarlo. Y jamás te fallaré, pero ya no puede ser. Te mereces lo mejor del mundo.

P. D.: Deja atrás todos tus miedos e inseguridades. No necesitas a nadie. Te necesitas a ti, y tú lo tienes todo para ser feliz.


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