Para quedar tuvimos que esperar hasta las cinco.
Jugamos a perseguirnos. A pisarnos los talones.
A evitar muchas vece. Contar veinte besos.
Y muchos orgasmos. Llegar a casa y contar diez antes de besarte de nuevo. Colores.
Quererte es como jugar al parchís. Y dejar que me ganes.
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