domingo, 26 de abril de 2020

Una historia de móvil

A través de una fría ventana (de móvil) parecía como si llevaran toda la vida sonriendo. Que si le gustaba Iván Ferreiro y viajar. Que si no fuman, pero sí sueñan. Que si a los dos les habían hecho mucho daño, que ya era difícil creer en volver a sentir algo.

Las horas volaban tanto que algunas noches se convertían en mañanas entre letras consecutivas que nunca paraban.

Un día quedaron en una cafetería del centro. Vaya nervios. Ella llevaba el libro de Sara Búho y él, unos miedos del tamaño de las torres Kio.

Dos besos tímidos y toda la tarde (y quizá vida) por delante.

Yo no sé qué habrá pasado, pero había helado.

Ojalá me lo cuenten un día para escribirles un texto.

Triste o alegre, eso ya lo veremos.


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