En el momento menos esperado llega una persona que te llena de ilusion, te saca de la rutina, te hace vibrar con su presencia, te borra el dolor que durante meses creíste llevar y con solo verla a los ojos sabes que es la indicada, tienes miedo de amar nuevamente pero te arriesgas, le permites que entre a tu mente y juegue con tus demonios... Se vuelve la chica de las primeras veces en ese momento comienzas a sentir el amor... Sin importar el silencio de aquella habitación, es suficiente con escuchar los latidos de su corazón, noches largas a su lado y le agradeces a la vida por haberla cruzado en tu camino, cuando creías todo perdido llegó a iluminar tu vida y todo a su alrededor.
Te enamoras de su particular risa aquella que es melodía para tus oídos.
Te enamoras de sus gestos, su mal humor, su inteligencia, sus largos argumentos, sus miedos, de sus días buenos y malos sabes muy bien que ella es más que un cuerpo que detrás de una hermosa chica hay un alma pura que deseas acompañar y así te pasan los días con una sonrisa en tu rostro, te permites soñar con los ojos abiertos, buscas volverte tu mejor versión no existe el pasado porque ahora ella es tu presente y de su mano buscas construir el futuro.... Pasan los días y comienzas a sentir la distancia aquella felicidad poco a poco se va esfumado pero te permites luchar aunque eres consciente de que pronto llegará el "Adiós".
Con su partida te pierdes nuevamente y llegas a una rutina que se basa de dolor, sueños rotos y desesperanza, noches largas y vacías, no hay más sonrisas para dar, la encuentras en cada canción, en cada letra, cada nombre...
Te llenas de ilusión cada que la ves pero ya nada es igual, ahora no te mira de la misma manera y en silencio pides fuerzas para no quebrarte,no vale la pena que te vea mal. Crees que el escape para ese dolor es el alcohol pero esa nunca será la solución, lo sabes muy bien, solo te llevara a recordarla más y así te siguen pasando los días y las noches en una tristeza que pocos notarán, la soledad es casi palpable y nuevamente se convierte en tu aliada.
Y llega el momento en el que debes irte, sin decir nada, sin hacer ruido.
El corazón y la razón han llegado a un acuerdo... Te cansaste de esperar algo que nunca llegaría seguramente lloraras, gritaras y te sentirás como se te desgarra el alma, la manos te tiemblan porque te aferraste a una ilusión y te sentabas por horas, a esperar un mensaje suyo, a verla, le escribías mensajes que nunca fueron enviados.
Le pides a la vida que este bien, que no sufra, que la valoren sin importarte cuanto sufrimiento causó en ti con su partida.
En silencio la observas como siguió su camino y ahora ella es feliz... Ahora es momento de seguir, llegara el día en el que no sentirás nada pero con una sonrisa le agradecerás porque el dolor nuevamente te hizo más fuerte.
Y esa noche en la que te despides le pides a vida por ella, pero le pides más por ti.
D. C. H.
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