No tienes nada malo.
Por si te lo estás preguntando, por si hoy sientes que no puedes respirar bien, por si la situación te supera. No tienes por qué aguantarlo, ¿sabes? Puedes rendirte en cualquier momento, retirarte al banquillo a descansar. No puedes seguir arrastras.
¿Cuándo te vas a dar cuenta de que no eres tú contra el mundo? ¿Cuándo vas a dejar de creer que las personas desaparecen de tu vida porque tú las expulsas, como si fueras defectuosa? Que no, que la persona que decida irse de tu vida te está haciendo un favor, porque no estamos para perder el tiempo.
Y no te enfades, que no merece la pena, no pienses en quien te ha arrugado el corazón y en quién temes convertirte.
Así que ahora que has escrito todas estas palabras, empieza a practicarlas.
S.
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