Nunca lo tuvo fácil. Épocas malas. Mucho tragarse sus pensamientos. Y aun así tiene un corazón de oro. Es capaz de jugársela por la gente que quiere. La ves pasar de lejos y parece que te va a partir la cara, pero detrás de sus ojeras es todo mimos. Se muere por abrazos.
Tiene tanto que decir que no se atreve. Tiene tanto decir que no se atreve. Tiene tanto por desear y solo tapa.
Pensaba que lo tenía todo bajo control. En una línea recta. Aburrida a ratos.
Y entonces apareció alguien que la volvió a hacer temblar. A pensar en sentir cosas de nuevo. Se acojona, pero no quiere dejarlo ir. Ni parar.
Cinco minutos más... y alguna canción de Muse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.