viernes, 21 de agosto de 2020

Creo que soy demasiado bueno

 Puede parecer una frase a la altura de "lo importante es participar" adaptada para el amor, pero yo pienso que no. Lo soy. Lo soy porque no paro de darme hostias cada vez que me ilusiono y, aun así, me vuelvo a ilusionar de la siguiente persona que decide sonreírme porque ella no tiene la culpa de que las diecisiete anteriores fuesen un fracaso.

Entonces contigo, la dieciocho, vuelve a salir mal... Toco fondo un par de días y comienzo a dudar: ¿seré yo? No. Yo no soy. Yo no puedo ser porque voy por la vida pisando de puntillas en los sentimientos de los demás, para no estropear nada, para que me sigan sonriendo. En cambio, tu paso por mis sentimientos ha parecido el paso de un desfile, de esos que dura la fiesta un día y lo dejan todo hecho polvo una semana, -total, no son mis sentimientos- pensarás.

Y aquí estoy, en el segundo día de tocar fondo. Y aunque mañana volveré a estar listo para que me partan en dos, hoy estoy harto. Harto de que los finales felices me esquiven al igual que lo hace ahora tu sonrisa. Pero no te quepa duda que mañana volveré a ser yo.

Ese yo que sabe que se merece a alguien mejor que tú y que lo va a seguir intentando.


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