Para mí no existe el equilibrio. Contigo todo se jode, y sin ti todo está jodido.
Ese bucle de autodestrucción, ese
jugar siempre con el borde del precipicio, es lo que nos define.
Tú no quieres entenderlo, yo no soy capaz de entenderme, pero ahí estoy, dispuesto a ser bala si tú quiere apretar el gatillo.
Sólo aprieta.
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