Mi última noche en mi "lugar en el mundo"... Qué triste me parece siempre este momento. La hora de hacer la maleta, guardar las hamacas, las sillas, los bikinis, etc, etc...
Pero la vida nos llama a la rutina... y mi madre también. Es única para joder todo. Ha sido un verano raro, con mascarillas, manteniendo un metro y medio de distancia, entrando con miedo a los bares, viajando de un lado para otro (que se está convirtiendo en mi estilo de vida), de despedidas, visitas sorpresas, y un verano que lo has marcado tú... Mi Superman, mi Bollo, mi todo...
Espero que no haya sido un amor de verano, espero que haya sido el empiece de algo que no tenga fin, que sea el inicio de la maravillosa historia interminable que tenemos desde hace casi diecisiete años (sí, cariño, nos queda un mes).
Ha sido la vuelta al pueblo un poco triste también, la falta de todos mis familiares me rompió el corazón nada más bajar del coche. Demasiadas pérdidas por el Covid, demasiados palos para todos. Pero la vida sigue, y el verano llega a su fin. Septiembre empieza con incertidumbre. Empiezo estudiando de nuevo, eso sí. Pero con amigos nuevos, una vida nueva, un estilo de vida totalmente distinto y todo ello, me da un poco de vértigo. Pero no tengo miedo.
Así que... ¡allá voy, Madrid!
Nos vemos mañana.
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