Creo que para ser felices es
imprescindible confiar en las decisiones que vamos tomando. Sobre todo, hay que
evitar pensar que nos hemos equivocado hasta que pase el tiempo suficiente como
para valorar nuestra decisión, evitando así ahogarnos en supuestos –como en
demasiadas ocasiones nos pasa-.
Y si aún no somos felices, hay
que tomar más decisiones. Reinventarnos, dar bandazos, lo que sea hasta dar con
la tecla que consiga que cada mañana nos despertemos contentos, haciendo de
nuestra sonrisa una constante, y no una variable en función de si es lunes o
sábado.
Lo más importante es no ver nunca
como un fracaso algo que has intentado para mejorar tu vida. Tú sólo toma
decisiones creyendo en ti y en que esta vez sí vas a acertar. Y si te
equívocas, no te culpes y vuelve a intentarlo.
Estoy seguro de que por ahí está
la felicidad.
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