El amor solo entiende de sensaciones. Unas veces llega o se va de forma Inesperada. Otras en cambio va avisando de que algo bonito empieza, o algo que lo fue empieza a agotarse.
Son los detalles los que marcan todo.
Eso y el ruido.
El ruido de las risas en la madrugada. El ruido del intermitente que pones antes de girar hacia mi calle. El ruido que nos asusta de noche cuando estamos a punto de dormirnos y luego resulta ser nada. El ruido de un bebé que golpea la mesa buscando nuevas sonidos. El ruido cuando nos corremos y no paramos de gemir. El ruido de un concierto al lado del altavoz.
El ruido del corazón latiendo cuando nos miramos y no decimos nada.
Que incluso dentro del silencio suena el amor.
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