La chica de la Línea 6

 Tú, sí, sí, tú. La chica de pelo clarito, chaqueta negra, camiseta blanca y felicidad por maquillaje. La que se ha bajado de un tren de la línea seis sobre las cinco y media, concretamente en la parada de metro Laguna. ¿Por qué sonreías así?

Soy el chico patoso sentado enfrente de ti, el de la camiseta gris y maleta azul. Ese que se ha puesto rojo en las dos miradas que has cruzado con él. Hoy es viernes, me va bien en el trabajo, vuelvo a casa a descansar... Soy feliz, pero tú estás tres centímetros de sonrisa por encima de mí. No paras de mirar a todos lados, con curiosidad. Como yo cuando busco inspiración para escribir, y lo haces a la vez que sonríes sin timidez ninguna. Creo que estás un poco loca y que te da igual lo que piensen de ti. No sé si es que te espera alguien al salir del metro, si has recibido una buena noticia, o si sólo vas disparando sonrisas a ver si te las devuelven, pero eres lo más alegre que he visto en muchos meses de metro. Imagino que será lo tercero, que te gusta pintar del rosa de tus labios lo gris que puede ser algunas veces el metro. Imagino, muchas cosas, y ojalá imaginase menos y le hubiese puesto valor a cambiar el gris metro por tu rosa felicidad, con un "hola", un "¿qué tal?", o un "yo también soy un puto desastre".

Feliz fin de semana, chica de la línea 6.