Contigo abracé a la autodestrucción cuando sabía que quemabas y yo, aun así, no me alejaba. Cuando veía que lo nuestro no oba hacia ningún sitio, pero yo empujaba. Cuando notaba que tú no sentías lo mismo, y yo, no queriendo entenderlo, lo intentaba.
Hice demasiado el tonto por esta
contigo, pero, por mucho que haya sufrido, creo que volvería a hacerlo.
Después de todo, los buenos
recuerdos sobreviven frene a los malos.
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