Es muy tarde ya y no consigo conciliar el sueño. Tengo miedo a las pesadillas que llamarán a la puerta en cuanto cierre los ojos. Las pesadillas que han vuelto desde el martes pasado.
Gente que se va, sin avisar, sin decir nada, solo me miran y se van... Y siento un gran vacío dentro que es insoportable. Me siento rota, como cuando él me abandonó... Hundida. Me despierto entre lágrimas y apenas sin recordar lo soñado, y eso es bastante raro. Antes podría contar la historia con todo lujo de detalles. Ahora, sólo siento. Siento cómo duele la pérdida y como te quedas desarmado ante la huida de la persona que quieres. Como escuchas el sonido de tu corazón rompiéndose en mil pedazos y perdiendo muchos de los pedazos de éste en la explosión. Sientes como toda tú llora y se desgarra ante una espalda que va en dirección contraria a donde tú estás maldiciendo y preguntándote, ¿por qué?
Y de nuevo el silencio... Porque nunca ha habido una respuesta, ni nunca la habrá.
Solo el despertar y ver que todo sigue igual. Sigues sola, sigues llorando, sigues echando de menos a aquel que tanto daño te ha hecho gratuitamente... Sigues rota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.