sábado, 8 de agosto de 2020

¿Hasta dónde hay que remar?

¿Dónde está el límite de dar y dar por una persona? Una persona que no reacciona ante las señales de que te está perdiendo. Ante las señales tan obvias que donde antes había millones de palabras, ahora solo hay silencios y "jajaja" (que acaba matando cualquier conversación). ¿Dónde?

Las comparaciones son odiosas, pero la gente da porque le sale, acude a ti simplemente porque te echa de menos y quiere estar contigo, si hay que tirar de alguien para que esté, no vamos por buen camino. 

Las relaciones, de lo que sea, son de dos. Dos personas remando hacia un sentido, si uno para y el otro se queda con todo el peso de la navegación y el viaje, os digo yo que se cansa. ¿Hasta cuando remamos? Hasta que la orilla esté cerca, ambos nos salvemos y cada uno tome su rumbo, porque está claro que con esa persona no quieres viajar, ni loco.

A veces, cuando tengo este tipo de reflexiones, sobre todo, rondando el concepto de la amistad, pienso que estoy loca, porque no todo el mundo está dispuesto a dar lo que yo, pero llegan personas como Superman o Belén, y de nuevo, siento que tengo razón. 

Que la confianza y el diálogo, es la base de cualquier relación y que si no lo hay... Vamos muy mal. El caso es cuando dejas de remar porque estás viendo la orilla, y estás cansada de remar por dos, y viendo la orilla ya aquí cerca, te callas, te callas porque cada uno va a tomar un rumbo, pero aún así, el silencio a mí se me hace bola. Una bola que está empezando a ser tan grande que no voy a ser capaz de tragar....

¿Hasta dónde hay que remar? ¿Cuál es el límite?

Patri Izquierdo Díaz


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