Así es como llama Belén a lo que yo llamo Furbis, y se lo voy a robar, porque para mi Furbi, solo hay uno.
Esta es una misiva para vosotros, porque llevo dos en dos días, y debe ser que os multiplicáis muy rápido. Lo siento, siento ser una borde sin corazón que solo ataca al hablar y ser mala malísima. Uff... ¡qué pereza! ¡Que os den por cuelo! Fin.
Podría parar aquí la entrada, pero mirar, hoy estoy que lo doy todo. Sé que tengo malas formas, que tengo poca mecha y enseguida, exploto, sé que soy borde, que acorralo, sé que puedo llevar al límite a todo el mundo si me da por un tema, y más si es un tema que no entiendo... Lo sé todo, soy una joya. Lo que me hace pensar y reflexionar en esta entrada, es que si vosotros también lo sabéis, ¿qué hacéis hablándome? ¿Por qué no dais media vuelta a llorar, a buscar mimos, piropos, princesas de medio pelo y esos cuentos que tanto os gustan? ¿Por qué, vamos a ver? Y encima, se atreven a darme consejos de mi hombre perfecto. Que necesito un buen hombre a mi lado. Pero qué sabréis de mi, y que sabréis del amor, y que sabréis de nada, si estáis tan solos como yo (o más, no me hagáis hablar, chatis).
¿Me meto yo con vosotros? Bueno, no respondáis, sí. Pero a llorar a otra parte, coño. Dejarme en paz. ¿Por qué tengo que aguantar yo dramas de nadie? Y más dramas de gente que espera que los consuele... en fin, a base de mi buen escotazo y una apertura de piernas.
Que el ser Maléfica me da un don... Que cuando vais, ya he vuelto. Sí, como Chenoa. Que a los pollitos, me los como con patatas... Y si la cosa no fluye porque me dais pereza... Una pereza horrible, que prefiero estar mirando como crece una planta, ¿qué le hago? ¿Monto un drama? No. Os lo dejo a vosotros que se os da mejor.
Encima, tengo que aguantar puntitos, emoticonos y tener la telepatía suficiente para descubrir el mensaje que esconde cada gilipollez enviada. ¿Seréis idiotas? Si no estoy dispuesta a perder el tiempo con otros temas, imaginaros dedicarme a imaginar y a intuir cosas... Que yo soy de hablar, y hablo mucho, a veces, hasta me paso. Pero las cosas las digo tal cuál. Y una cosa os digo, que si os enfadáis por mi respuesta tras haber preguntado vosotros... ¡Que bebáis agua! Por no decir, que os jodan, que mira... ahí va también, tenéis hasta para elegir...
Voy a aceptar mi parte de culpa. Digo las cosas muy mal. No soy amable. De amables está el mundo lleno. Pero que no voy a intentar quedar bien con nadie ni hacer aquello que no me sale, lo tengo claro no, clarísimo. Porque hacer aquello que no te sale por amabilidad... Es mentir, y no lo voy a hacer. Pero también que dé con llorones... No es mi culpa. Con gente que no sabe aguantar una avispa en el culo, tampoco es mi culpa, ni con una crítica, ni con una contestación... Sigue sin ser mi culpa... Así que a llorar a otro lado.
Quizás no quiera a los Winnie de Pooh, pero sí tengo claro que busco a una persona clara y que me tenga que decir las cuatro cosas que piensa. No estar adivinando que quieres, ¿qué eres? ¿una tía? Di lo que piensas y punto, y si no quieres hablar, no des por culo.
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