Quiero dar la bienvenida a alguien nuevo en mi blog. Ese es mi primo preferido (que está mal decirlo pero es así, creo que es el nombre...), Alejandro Rodríguez. Gracias. Sólo Gracias. Por darme el zasca que me has dado en el texto anterior. Por demostrarme como llevas haciendo desde el día en que viniste al mundo, de que hay chicos increíbles, porque te tengo a ti de muestra. Y ojalá, Alex, me cruce con alguien tan maduro como tú, que sepa perfectamente lo que quiere, y que piense con el corazón como has indicado en la anterior entrada.
Eso es lo que buscamos todas. Hombres así, hombres que te hagan ser la protagonista de tu historia, sin tener que estar batallando con otras. De nuevo, gracias por los paseos que damos, por abrirte conmigo y dejarme llegar a tu corazón porque tu murallas son más grandes que las mías. Por contar conmigo, por darme apoyo siempre desde la sinceridad, por ser honesto, y por decir lo que piensas sin querer quedar bien o decirme lo que quiero escuchar.
La familia te toca, no se elije, pero yo te hubiera elegido a ti siempre. Porque me sorprendes cada día. Ojalá encuentres la felicidad muy pronto, porque simplemente es lo que te mereces. Ser feliz. Me recuerdas mucho a otro Alejandro que también pasó por mi vida. Sois geniales. Ahora sal a la calle, y cómete el mundo, sal y encuentra a esa persona que te haga sonreír cada mañana simplemente porque la das los buenos días. En el fondo, es lo que todos buscamos.
Gracias, cariño. Mil gracias por abrirte.
Patricia Izquierdo Díaz
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